Con la venta de ISAGEN en $ 6,49 billones a la firma canadiense Brookfield, diferentes sectores de la sociedad colombiana afirman que era "lo que quedaba cor raspar de la olla"como lo asegura el analista económico, Libardo Sarmiento, quien ratificó que "cerca del 80% de la economía en Colombia la manejan las multinacionales" es triste pero es una realidad que los líderes políticos del país hagan de Colombia un negocio extranjero que sigue empobreciendo la nación.
"Ya no quedaría más por privatizar y desnacionalizar" agrega el analista, asegurando que todos los gobiernos desde Virgilio Barco hasta el actual presidente Juan Manuel Santos, son los responsables frente a la privatización del patrimonio colombiano.
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"Desde el periodo presidencial de Virgilio Barco, pasando por el de Cesar Gaviria, se encargaron de privatizar todo, acabaron con el agro, el petróleo, el sector energético, entregaron el negocio de la salud y la educación al sector privado y los recursos públicos, ya lo de raspar la olla era la venta de ISAGEN", afirma Sarmiento.
A parte, precisa que pese al rechazo del Centro Democrático a la venta de ISAGEN, "hablar de Álvaro Uribe, es de hablar de un caso patológico", y afirma que "esa clase de reacciones de ese partido político son acciones histéricas que sólo buscan mantener su oposición obteniendo rendimientos políticos". Cuando Uribe Vélez fue presidente de Colombia, y quien en el año 2007 vendió el 20% de las acciones de ISAGEN, y en el 2010, Óscar Iván Zuluaga, quien era el ministro de Hacienda dio inicio con el proceso de enajenación de la totalidad de las acciones de la empresa.
De igual manera Sarmiento, toma como ejemplo lo que pasó con las regalías petroleras, ya que cabe recordar que desde el Gobierno de Andrés Pastrana y con las medidas legislativas tomadas en el actual senador Uribe, el país perdió el 60% de la participación en los negocios petroleros.
Actualmente el ambiente sigue empeorando con la llegada de Enrique Peñalosa a la Alcaldía de Bogotá, quien ya ha planteado su interés administrativo y político de privatizar la empresa de telefonía de la capital, la ETB, y la empresa de Acueducto de Bogotá. Lo que impide que que los Estados regresen al control de sectores estratégicos para que respondan a las necesidades de los colombianos y a la sostenibilidad de la sociedad, agrega Sarmiento. (Lee también: Colombia será demandada por multinacionales por impedir minería en páramos)