Ya casi 70 años cumple ahora el médico y activista, Hunter Doherty Adams, mas conocido como "Patch" quien es recordado luego que su nombre apareciera en el cine interpretado por el visionario Robin Williams, hoy sigue su lucha por brindar la atención inmediata con respecto a la salud preventiva y arremetiendo sin piedad contra el sistema capitalista que ha hecho de la salud el negocio lucrativo con más diferencias en todo el mundo. No se alarmen, sus casi dos metros de estatura y la coleta de hippie que llega al suelo, no son un signo de abandono de la higiene sino un pensamiento que ha defendido durante muchos años de su carrera profesional..
La historia de este médico corresponde al nombre de Gesundheit que al traducirlo al alemán se trata de salud, así como le puso de nombre a su sueño, que pretende materializar en un hospital rural de Virginia del Oeste, un lugar donde la medicina se puede ejercer de manera integral, fomentando la felicidad, la diversión, el amor, el cooperativismo, la creatividad y la consideración. Patch considera que ser un payaso médico representa la nobleza del activismo.
La infancia y la adolescencia estuvieron marcadas, el matoneo escolar y la segregación de Virginia del sur lo hacia pasar momentos de depresión, incluso estuvo en sus planes quitarse la vida, cansado de batallar, fue internado en un hospital psiquiátrico donde no solo se recuperó sino que también aprendió los fundamentos sociales que lo hacían ver a los demás como un conjunto de seres con necesidades. De allí nace su lema: "En vez de intentar quitarme la vida, voy a ser feliz a toda costa, y para ello iniciaré una revolución basada en el amor.
Patch considera que las peores enfermedades no han aparecido, pero el capitalismo de mercado se ha encargado de integrar las enfermedades a un circulo donde es casi imposible salir, no se puede esperar mucho de un medico que solo dedica 7 minutos de tiempo a sus pacientes y tampoco hay que esperar de un sistema deshumanizado que se lucra de las enfermedades. Los malestares físicos no se pueden comparar con las enfermedades mentales que son la respuesta natural de una sociedad desquiciada.
Los sistemas de salud son el reflejo de una sociedad enferma. Mientras predomine el dios dinero y su aliado el poder, no se puede hacer nada, el que gana se lleva todo, es la ley machista que aun impera en todos los niveles así como en la religión y en la salud. Las mujeres son pieza fundamental en cualquier revolución, la generosidad y la compasión son valores muy ligados a las mujeres, no hay nada mas humano que servir a los demás llevando en las manos grades cantidades de paz, justicia y cariño.
Aunque parezca increíble, aún quedan en el mundo algunos médicos con alma, mucha gente acude a la medicina por pura vocación, porque quieren ayudar a la gente, no hay mayor deleite en la vida que escuchar una frase como "gracias medico, es usted un buen hombre". Hay médicos que saben desdramatizar las situaciones por muy complejas que sean creando ambientes de vida en sus alrededores.
Detenerse por un momento a vivir, es salir por un momento del sistema, esa sensación de alegría se puede contrastar cuando se oye esa aseveración que depara la necesidad de ampliar un negocio, hemos visto hospitales donde solo recurren personas enfermas, nunca personas sanas realizándose un examen preventivo, la medicina y la salud deben ser ajenas a las aficiones monetarias, no se trata de combatir el sistema, se trata de irlo debilitando hasta cambiarlo por un sistema de salud humano. Lee también: Por ley hospitales en Buenos Aires deberán contar con un medico pediatra.